“Amemos el bien que hacemos, y hagámoslo por amor a Dios.”
Esta invitación del Beato Luis Tezza, resuena en cada gesto vivido este mes de julio en nuestra Residencia San Camilo.
El mes de julio ha sido especialmente significativo en nuestra Residencia San Camilo de Santa Marta de Tormes. Tres fechas han marcado profundamente nuestra vida comunitaria: la celebración de nuestro patrono San Camilo de Lelis, la jornada de gimnasia al aire libre y el entrañable Día de los Abuelos. En todas ellas se ha hecho visible el carisma camiliano: cuidar al enfermo y al mayor como una madre cuida a su único hijo enfermo.
🙏 14 de julio: Día de San Camilo de Lelis
Celebramos a nuestro patrono con una misa solemne en los jardines de la residencia, junto a su imagen, que preside y protege nuestra casa. Fue una eucaristía entrañable, participada por los residentes y cargada de significado. Durante los tres días previos, trabajadores y hermanas participaron con devoción en el triduo preparatorio, elevando oraciones por todos los que sufren y cuidan.
Por la tarde, el pasillo central se llenó de música y fraternidad con un picoteo festivo que reunió a trabajadores, residentes y familiares. El dúo musical Toño y Paz animó la velada con temas populares de los años 70, 80 y 90, despertando sonrisas, recuerdos y mucho ritmo. Fue un día lleno de gratitud y espíritu camiliano.
🤸♀️ 15 de julio: Gimnasia al aire libre
Nada como mover el cuerpo y disfrutar del sol para alegrar el alma. Nuestra animadora sociocultural organizó una amena sesión de gerontogimnasia en los jardines traseros, acompañada por un grupo de jóvenes voluntarios de la parroquia. Entre estiramientos, risas y canciones, todos los participantes vivieron una mañana saludable y divertida, fortaleciendo cuerpo y espíritu.
👵👴 26 de julio: Día de los Abuelos
Este día es, sin duda, el más especial del año en nuestra residencia, pues es la fiesta de quienes dan sentido a nuestra misión: los abuelos y abuelas. Comenzamos con una misa entrañable en el pasillo central, pidiendo por sus vidas, su entrega y su legado. Fue un momento lleno de emoción y agradecimiento.
Por la tarde, la alegría llenó los jardines: picoteo servido por un catering, música, bailes y una muestra de artesanía elaborada por los propios residentes. Un grupo de sevillanas puso ritmo y color a la fiesta, y muchos familiares trajeron delicias caseras —croquetas, tortillas, bizcochos, pastas— que llenaron de sabor y amor compartido la tarde.
Gracias, abuelos, por vuestra vida, vuestras historias y vuestro ejemplo. ¡Sois el corazón de esta casa!
